Desde los años 80 se ha podido producir un sobrediagnóstico del cáncer de próstata en Europa. Así lo revela una investigación que ha analizado las tasas de incidencia y mortalidad de este tumor y cuyas conclusiones se publican en la revista The British Medical Journal.
Según sus datos, en estos años se han podido haber detectado en algunos casos lesiones que probablemente no hubieran conducido a un cáncer, lo que ha podido provocar tratamientos innecesarios, un impacto negativo en la calidad de vida de algunos pacientes y un gasto innecesario de recursos sanitarios.
La investigación muestra un incremento en la incidencia coincidente con la implantación de los test PSA, que miden un antígeno específico relacionado con este tipo de tumor y están ampliamente extendidos en la práctica clínica, si bien su utilidad se ha puesto varias veces en entredicho.
Entre 1980 y 2020, no obstante, las tasas de mortalidad no se han beneficiado de forma paralela al incremento en la detección.
Las diferencias entre la incidencia y la mortalidad "sugieren que la intensidad y la cobertura de los análisis de PSA ha sido un factor crítico para las tendencias al alza en la incidencia en cáncer de próstata en Europa". Y, sin embargo, eso no ha repercutido en una mejora en las tasas de mortalidad, señalan los investigadores en la revista, en la que, de cualquier manera, también reconocen que su estudio tiene carácter observacional, por lo que no pueden extraerse conclusiones de causa-efecto entre los factores analizados, además de limitaciones que invitan a tomar sus resultados con cautela.
La investigación analizó los datos de incidencia de cáncer de próstata en hombres de entre 35 y 84 años en 26 países europeos desde 1987a 2017. Asimismo, las tasas de mortalidad en el periodo entre 1980 y 2020 también se evaluaron. Además, los investigadores analizaron la realización de test de PSA en 12 países europeos.
Para Marcos Luján, jefe de la Unidad de Urología del Hospital Infanta Cristina de Parla (Madrid) e investigador en la rama española del European Randomized Study of Screening for Prostate Cancer, "el estudio es de buena calidad y está en línea con la evidencia que ya conocíamos".
En declaraciones a SMC España, el especialista ha señalado que "el cribado masivo del cáncer de próstata con PSA únicamente produce cambios en la incidencia de dicha enfermedad, poco o ningún cambio en la mortalidad por cáncer de próstata y tiene un efecto nulo sobre la mortalidad por todas las causas (mortalidad global), ya que no añade esperanza de vida".
"El futuro del cribado pasa en estos momentos por incluir pruebas que reduzcan el sobrediagnóstico, como el uso de la resonancia magnética (aunque su viabilidad en términos de costes puede ser una limitación). Los estudios que validan las estrategias de cribado en cáncer de próstata requieren un tiempo de seguimiento largo (por ejemplo >10 años), por lo que tardaremos en ver resultados (si estos se producen)".
De la misma opinión es Rafael Marcos-Gragera, médico epidemiólogo en la Unidad de Epidemiología y Registro de Cáncer de Girona del Instituto Catalán de Oncología-Plan Director de Oncología, quien ha señalado, también a SMC España, que "estos hallazgos están en línea con estudios recientes realizados en España que documentan un aumento en la incidencia de cáncer de próstata hasta 2003, seguido de una disminución atribuida a la reducción en la determinación oportunista de PSA. Además, se observa un descenso progresivo en la mortalidad y un aumento en las tasas de supervivencia entre 1994 y 2018".
"Este análisis es especialmente relevante para la posible implementación de programas de detección de cáncer de próstata a nivel poblacional. Si se considera su introducción en el futuro, dichos programas deberán ser diseñados con cuidado para minimizar y monitorear los efectos adversos del sobrediagnóstico en la población", concluye.